
Unos magos que venían del Oriente... vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra... (Mt 2, 1-12). En estos dones se han visto simbolizados la realeza (oro), la divinidad (incienso) y la pasión (mirra) de Cristo. Los magos reconocen el gran regalo que Dios ha realizado a la humanidad, al darnos a su Hijo hecho niño en Belén. Siendo nosotros pecadores, estando nosotros perdidos y sin luz, Dios nos da a su Hijo. Cristo es el gran regalo que recibimos los cristianos en Navidad. "Seguir leyendo"