viernes, 3 de febrero de 2012

LA BÚSQUEDA DE LA CARIDAD PERFECTA

La Eucaristía en el día de la "Presentación del Señor en el templo" fue presidida por el obispo con la participación de numerosos religiosos de toda la diócesis. D. Antonio Algora insistió en transmitir el mensaje de San Juan de Ávila a los religiosos, haciendo especial hincapié en la libertad del ser humano, que tiene la capacidad de entregarse en totalidad. De esta forma, dijo a los religiosos, junto al santo manchego: "Echad toda la hiel y recibiréis miel; podad de vos todo lo que Dios no es"


 El obispo continuó diciendo que es por amor a Cristo por lo que se entregan las vidas, y solo quien capta el amor de Cristo, sabe comprender el significado de esa "recia" palabra. Tras la homilía, todos los consagrados presentes en la Catedral renovaron su "sí" definitivo a Cristo, continuando decididamente la labor que lleva a la humanidad el amor de Cristo de diversas formas.

Este año la Jornada de la Vida Consagrada se fija en la Nueva Evangelización y el papel que juegan las órdenes de cara a llevar de nuevo el Evangelio a toda la humanidad. 
En España hay más de seis mil quinientas comunidades de vida consagrada integradas por diez mil religiosos y treinta y seis mil religiosas.


                                                         San Blas y San Oscar 3 de febrero



Blas significa: "arma de la divinidad".(año 316)
San Blas fue obispo de Sebaste, Armenia (al sur de Rusia).


Al principio ejercía la medicina, y aprovechaba de la gran influencia que le daba su calidad de excelente médico, para hablarles a sus pacientes en favor de Jesucristo y de su santa religión, y conseguir así muchos adeptos para el cristianismo.
Al conocer su gran santidad, el pueblo lo eligió obispo.

Cuando estalló la persecución de Diocleciano, se fue San Blas a esconderse en una cueva de la montaña, y desde allí dirigía y animaba a los cristianos perseguidos y por la noche bajaba a escondidas a la ciudad a ayudarles y a socorrer y consolar a los que estaban en las cárceles, y a llevarles la Sagrada Eucaristía... "seguir leyendo"                                                                                                          

...A San Blas, tan amable y generoso, pidámosle que nos consiga de Dios la curación de las enfermedades corporales de la garganta, pero sobre todo que nos cure de aquella enfermedad espiritual de la garganta que consiste en hablar de todo lo que no se debe de hablar y en sentir miedo de hablar de nuestra santa religión y de nuestro amable Redentor, Jesucristo.