lunes, 16 de octubre de 2023

La CEE se une, el 17 de octubre, al día de ayuno y oración por la paz en Tierra Santa

 

Ante la situación de violencia en Tierra Santa, la Subcomisión episcopal para las Relaciones interconfesionales ha hecho pública una carta en la que muestran «nuestra cercanía a todas las familias que en España experimentan el dolor y la preocupación por sus familiares que habitan en Tierra Santa. 

Una vez más cristianos, judíos y musulmanes hemos de elevar nuestras oraciones para que puedan abrirse los cauces del diálogo y la fraternidad en medio de este conflicto, que enfrenta a hermanos, independientemente de su nacionalidad, etnia y fe. Que esta oración conforte a los miembros de las distintas comunidades religiosas que trabajan día a día por hacer de la Tierra Santa un Santuario de Paz y Fraternidad».

Así mismo, invitan «encarecidamente a todas las parroquias y comunidades religiosas, siguiendo la petición del Patriarca latino de Jerusalén, a unirnos  en una jornada de ayuno, oración y penitencia por la paz en Tierra Santa el próximo 17 de octubre«.

El cardenal Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, ha convocado esta jornada en la que, en nombre de todos los Ordinarios de Tierra Santa, invitando a todas las parroquias y comunidades religiosas a una jornada de ayuno y oración por la paz y la reconciliación. Según indica la misiva, los momentos de oración deben organizarse con la adoración eucarística y con el rosario a la Santísima Virgen.

Pizzabballa señala el dolor y la consternación por lo que está sucediendo en medio de esta crisis política y militar. «El odio, que lamentablemente hemos experimentado durante demasiado tiempo aumentará más aún», recalca.

Desde la Orden Franciscana Seglar os animamos a unirnos en oración a nuestra comunidad parroquial de Villarrubia de los Ojos a lo largo de todo este día, participando en la Eucaristía, con el rezo del Santo Rosario en la Parroquia y procurando momentos de adoración ante el Santísimo Sacramento junto al Sagrario.

Que la Paz del Señor Resucitado, que predicó San Francisco de Asís con su vida, habite siempre en nuestros corazones para que seamos, como él, instrumentos de paz y de reconciliación.