Jueves 15 de septiembre en la Parroquia a las 20:30 h.
Es la más
universal de todas las advocaciones de la Virgen, pues no está vinculada
a una aparición, sino que recuerda los dolores que sufrió la Madre de
Jesús.
Estos son: La profecía de Simeón, la huida
de Egipto, el niño Jesús perdido en el Templo, el encuentro de Jesús y
María camino al Calvario, la Crucifixión, el cuerpo de Jesús es bajado
de la cruz, el entierro de Jesús.
Ella lo sufrió todo por nosotros para que disfrutemos de la gracia de redención, sufrió para demostrarnos su amor.
La devoción de los dolores de María es fuente de Gracias porque llega a lo profundo del corazón de Cristo.
La Iglesia nos exhorta a entregarnos sin
reserva al amor de María y llevar con paciencia nuestra Cruz acompañados
de la Madre Dolorosa.